Año 2054. Mis nietos (que no han nacido) están en el desván de mi casa (que no he comprado). Descubren una carta de 2007 y un CD-ROM. La carta dice que el CD tiene un documento en el que se da la clave para heredar mi fortuna (que no he ganado).  Mis nietos sienten curiosidad, pero nunca han visto un disco compacto, salvo en viejas películas. Aun cuando localizaran un lector de disco adecuado, ¿cómo lograrían hacer funcionar los programas necesarios (como Microsoft Word) para interpretar el contenido?

Si no fuera por la carta, mis nietos no sabrían que deben abrir el CD-ROM. La carta es legible, sin máquinas ni conocimientos a parte del propio idioma. Dado el carácter mudable de programas y circuitería, dentro de 50 años la única información legible será la carta.

Jeff Rothenberg, ¿Son perdurables los documentos digitales?

Por este orden:

1) El texto de arriba es un fragmento de un artículo más extenso publicado por Jeff Rothenberg en la revista Scientific American en el número 1 de Enero de 1995.

2) En 2006,  Agustín Fernandez Mallo incluía este fragmento en “Nocilla Dream”, su novela más conocida y leída.

3) La mañana del día en el que conocí el texto de arriba de Jeff Rothenberg al leer el libro de Fernandez Mallo, vi que alguien había compartido en Twitter un artículo en el que se decía que en Finlandia abandonaban la enseñanza de la escritura a mano para sustituirla por la mecanografiada.

3.0) Un CD-ROM es un dispositivo de memoria caído en el olvido.

4) Quise leer el artículo completo de Jeff Rothenberg para escribir mis reflexiones en la entrada de mi blog pero no he podido acceder a él. No lo encontré entero en ningún formato digital. Solo hallé referencias de la revista en papel en catálogos de alguna biblioteca universitaria fuera de mi alcance.

5) En un blog, alguien que había leído el artículo en la revista decía que trataba sobre la obsolescencia de cualquier formato que no pudieran verlo nuestros ojos. Básicamente, que siempre podremos entender con sencillez las pinturas de la cuevas de Altamira o el Hombre de Vitruvio de Leonardo. Por el contrario, siempre necesitaremos un medio que nos traduzca cualquier formato digital.

6) Lo que se puede encontrar multiplicado en decenas de blogs es el párrafo del artículo de Jeff Rothenberg reproducido en el texto de arriba, que Agustín Fernandez Mallo transcribió en su libro. Ni una palabra más, ni una palabra menos.

7) Las autoridades educativas finesas desmintieron que vayan a abandonar la enseñanza de la escritura a mano y la caligrafía, tal y como escribieron algunos medios españoles.

8) Hay una réplica de este texto escrita a mano en un cuaderno de notas que compré en la tienda de souvenirs de la Galería Uffizi con el Hombre de Vitruvio de Leonardo en la portada, plagada de post its de colores en los márgenes a modo de clasificador. Por si acaso.


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