Versus es el lugar donde se van a encontrar dos poetas. Quizás en duelo o tal vez en comunión. ¿En qué punto del surco lírico? Sus palabras nos marcarán los caminos que han recorrido en la poesía y disfrutaremos con sus poemas y con la experiencia de sus pisadas.

Pablo Andrés Rial

 

PABLO ANDRÉS RIAL

Poeta, escritor, dramaturgo y crítico literario. Nació el 24 de junio de 1984, en Capital Federal, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Participó en diversas antologías y coordinó talleres literarios, fue creador  de algunos cortometrajes y obras de teatro. Publicó tres poemarios: La casa de barro (Ediciones Arroyo), Aves desplumadas (Ópera Editorial), Forzado a viajar (Paserios Ediciones). Actualmente es colaborador en revistas culturales, como crítico literario y periodista en España, México y Argentina. 

 

 


¿Qué es para ti la poesía?

Considero que no tiene una única definición sino muchas, y eso hace carecerla de un concepto concreto, apropiado y verdadero. Es multiforme en sí misma. Podría traer a la confusión seguir averiguando qué es. Sin embargo es posible asegurar que aquello que llaman poesía, se origina en la misma carne de quién la ejecuta. Se preña de ella previo a la escritura, mucho antes que las palabras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Por qué escribes?

Siempre digo y coincido para la suerte, con lo que muchos otros damnificados suelen decir: Por necesidad. Le agrego una cuota de desesperanza y júbilo. Ahora, lo que difiere quizás entre unos y otros escritores es el tipo de necesidad al que atienden. De todas maneras creo, estoy casi seguro que van por lejos, de la pirámide de Maslow.




 

¿Qué estás leyendo ahora?¿Y escribiendo?

Soy de leer de a tres libros por vez, tengo esa manía, son lecturas de a sorbos en distintos gustos. No es recomendable hacerlo cuando se tratan de novelas, uno se pierde y olvida los nombres de los protagonistas. Pero por buena fortuna, todo se termina recordando o sino se reinventa en el imaginario para poder continuar. Estoy leyendo Santa María de las flores (Jean Genet),  La noche del oráculo (Paul Auster) y Demián (Hermann Hesse). Estoy tomandome un descanso de la poesía. Auque en todos estas obras la incluye. En relación a lo que escribo en estos momentos, tiene forma casi de diario donde hago anotaciones y vuelco también, reflexiones. 











 



POEMA 

Hay una cuadra
en la que si uno espera
se cruza con señoras amables
que saludan.
Y uno
fácil de imágenes
vuelve a ser nieto.


María Peralta

 

MARÍA PERALTA

Córdoba, España, 1983. Filóloga francesa, escritora, poeta, tutora de nuevos profesores y profesora de español en París, donde mantiene una residencia fija desde 2018. Allí compagina su vida profesional con su pasión por la pintura.
En 2016 publica su primer relato «Contabilidad» en la antología Fábrica de textos, editado por Líneas Difusas.
En 2023 su ópera prima «La chica que baila sola en las fiestas» ve la luz de la mano de la editorial valenciana Olé Libros.
En el mismo año, en la revista literaria Au M’Bongui le Mag, publica un poema inédito en francés titulado «Chaînes par terre».
Colabora en la exposición «Metáfora» de la artista cordobesa Cristina Lara con un poema titulado «Pienso muerte y digo vida» creado especialmente para la exposición.
Fue semifinalista en el V Premio Nacional de Poesía Viva L de Lírica (2023). 


¿Qué es para ti la poesía?

La poesía es canal, es puente, es la forma más bella de conectar el espíritu con lo tangible, es la conexión del alma poeta creadora con el alma poeta lectora. La poesía es un reflejo de la humanidad misma, ya que nos permite desarrollar la capacidad de transmitir emociones, evocar imágenes y explicar la condición humana. Es un viaje que realiza el poeta al interior de sí mismo para transformar el dolor en belleza y poder liberarlo al mundo, y al mismo tiempo es la capacidad que tiene el lector de interpretar lo leído hasta hacerlo suyo, independientemente de la forma utilizada en su expresión. La poesía es caminar a contracorriente para crear un universo nuevo a través de las palabras, pero que trasciende a través de ellas.

 

¿Por qué escribes?

Escribo poesía porque me permite llegar a lugares dentro de mí misma a los que no sé llegar sola. Cuando escribo siento que me elevo y trasciendo, y así puedo expresar aquello que no sé manifestar con un discurso simple. Escribir también es terapéutico porque es importante sacar fuera las emociones negativas, para que no se enquisten dentro, y a través del proceso creativo transformar esas emociones en sanación, no solo para mí, sino para todo aquel que me lee. Lejos de buscar la gloría, cuando escribo busco llegar al alma del lector, despertar emociones, despertar el apetito poético. También escribo porque es necesario, porque es una forma de comunicación y los seres humanos necesitamos comunicarnos, aunque a veces no sepamos verlo o lo olvidemos. Escribir poesía es un recordatorio de que ella vive dentro de todos nosotros. Me ayuda a mantenerme conectada con mi parte creativa y a no dejarme llevar por la rutina del día a día. Cuando escribo entro en comunión conmigo misma porque me regalo ese momento y todo lo demás se pone en pausa, me ayuda a crecer.

 

¿Qué estás leyendo ahora?¿Y escribiendo?

Ahora estoy releyendo a Sylvia Path, a Virginia Wolf y a Alejandra Pizarnik, las voy alternando. Estoy también con La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes y con “Le français va très bien, merci” de Les linguistes atterées, este último me está resultando interesantísimo, por cierto.
Acabo de leer Humanosis de Sandra Bruno, y Puedo nombrar esta grieta de Marina Kaysen, los dos poemarios son una delicia. También estuve leyendo hace un par de días Los ojos azules pelo negro de Marguerite Duras, que tiene una forma de escribir exquisita. Ya lo había leído, pero escuché a Isa Calderón hablar de él y volví a disfrutarlo.
En pendientes tengo La Furia y Nieve antigua de María Sotomayor, aunque ya les he echado un ojo, El corazón del daño de María Negroni y De Saturno a Neptuno de Marta Viñes. Muchas voces femeninas, todas maravillosas. Ahora estoy escribiendo mi segundo poemario, le queda muy poquito para estar terminado. La temática es completamente diferente a La chica que baila sola en las fiestas, aunque mi esencia sigue estando. También estoy escribiendo un ensayo sobre Educación, desde los años 80 hasta nuestros días, haciendo hincapié en las necesidades pedagógicas de los alumnos con altas capacidades intelectuales, pero está en pausa, necesito investigar.



EL ALTAR

Te hice un altar, al que voy a llorarte.
Te hice un altar, al que voy a escribirte.
Te hice un altar, al que voy a rezarte.
Te hice un altar, al que voy a recordarte.

Lucho contra el olvido.
Lucho contra el tiempo.
Lucho contra los molinos de viento.

En los días solitarios,
en los días en los que me cubre el hielo,
te busco en mi memoria
hasta tocarte con los dedos.
Te busco en los rincones
de cada uno de mis versos.

 

 

 

 

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