Lluïsa Lladó nació en Palma de Mallorca en 1971. Es diseñadora, especializada en revestimiento cerámico.
Fue finalista en el concurso de microrrelatos de Acen (Castellón, 2013), en Fantàstics (Castellón, 2014); en el V Premio Internacional de Poesía (Segovia, 2014); en la convocatoria “La cruda brevedad. Literatura en tiempos de colapso” (Oxford, 2020) y ganadora del III Premio de Poesía del I certamen de Benafer (Castellón, 2022).
Ha publicado: “Azul-lejos” (Parnass, 2013); “El bosque turquesa” (Torremozas, 2014); “La marquesa de seda” (Unaria, 2015); “El arca de Wislawa” (Torremozas, 2017); “La complejidad de Electra” (Torremozas, 2020). Su último poemario “Etiqueta Roja” (Loto Azul, 2023) fue recomendado en Irredimibles por Emma Prieto.
Voy a abrirme paso
en medio de tanta tristeza
y fingir que no me duele
este mundo.
Gemán Terrón Fuentes
Antaño las mujeres estiraban sus rostros con esparadrapo, usaban sombreros de ala ancha y envolvían sus cuellos con pañuelos serpientes de cachemira, con el fin de ocultar el sometimiento y aparentar la belleza de una luna eclipse. Ahora, usamos filtros fotográficos. Photoshop se ha convertido en un dios mitológico que te rejuvenece sin la necesidad de beber de ningún arroyo ni de tener pareja para ser feliz.
Este cielo también tiene
una cierta angustia.
Carmen Ramos
BELLO OCASO Este cielo también tiene una cierta angustia. Carmen Ramos (Supongo que los poemas, también, se hacen viejos a la intemperie y erosionan con arrugas a la rosaleda). Unto mi faz de una crema que tiene un color agradable con el aroma que simula el perfume de los cultivos de nectarinas en Huelva. Qué fácil es disfrazar a la mentira, fingir el amor, para que el espejo se mofe en nuestra propia cara.
Del cristal de la vida no sé quién sabe
porque el mío está roto y nadie viene a repararlo.
Encarni Buendía Campos
NORMA JEAN Has alumbrado a una prole maravillosa con la misma marca de nacimiento de la familia matriarcal, con ojos que parecen dos canicas en la corona cúpula de la inocencia. De mi cautiverio nació una sociedad más libre. Cuídate de los depredadores con el estudio y el oficio de la lectura, para preservar el jardín entre las autovías que nosotras levantamos; aunque desempeñemos la función de teloneras en los eventos y nos consagren en la endogamia del club de las poetas tuertas. De nuestro cautiverio nació una sociedad más libre.