Reseña de “Náufragos del Océano Índigo” de Mar Horno

A pesar de ser una escritora archipremiada, Mar Horno es una autora poco conocida para el público general. Quizás por dedicarse al más breve y naufragado de los géneros literarios: el microrrelato. Género desconocido para el lector medio y gran parte del experto pese a que prácticamente todos los grandes escritores se han acercado alguna vez a él, desde Cortázar y Borges a Kafka o Hemingway, todos coquetearon con el microrrelato.

Mar Horno es una maestra del microrrelato y maneja todos los recursos del género con eficacia: la ironía, la sorpresa, la retórica, los juegos de palabras, los plot twist, la literalidad y la precisión en las imágenes. Hasta ahí, todo lo que podríamos esperar de una muy buena escritora de microrrelatos. Pero “Náufragos del Océano Índigo” tiene algo más, algo que lo hace ser un gran libro de pequeños relatos.

Decía Fernando Pessoa: 

«Debe haber en el poema más pequeño de un poeta algo en lo que se note que existió Homero.»

Los textos de Mar Horno cumplen con esta premisa. Y con creces. Este archipiélago de microrrelatos que la escritora sitúa en el imaginario Océano Índigo cuenta en cada una de sus islas con leyendas, mitos y fábulas que bien podrían haberse situado en el Mediterráneo que cruzó Ulises. No es de extrañar que este libro fuera finalista del Premio Setenil al mejor libro de relato publicado en España en 2022.

A menudo, los libros de relatos se componen de entre seis y doce cuentos y ya resulta difícil encontrarles ese hilo conductor que explican sus contraportadas. Sin embargo, Mar mantiene una estela clara durante los más de cien relatos que componen este libro. Relatos cortos y laberínticos, unidos por un hilo que bien podría haber sido un presente de Ariadna a la autora.

Para completar el mapa del Océano Índigo, las ilustraciones en tonos azulados de Dictinio de Castillo-Elejabeytia acaban de dar a las páginas del libro ese aspecto de marea que baja y sube y vuelve a bajar, volviendo a ti, como anáforas. Invitando, una vez terminada su lectura, a volver a sus páginas de vez en cuando, como quien vuelve a pararse al borde del camino a mirar el mar e imaginar sus misterios.

Podemos leer uno de estos microrrelatos en Irredimibles, debido a que Mar Horno cedió “Green Monkey”, para qué pudieran disfrutarlo los lectores de Irredimibles.