Atalanta

Atalanta

Soy de Madrid. Me he pasado la vida imaginando historias e inventando finales distintos para las ya escritas. Yo nunca habría matado a Julieta.  Escribí durante mucho tiempo hasta que un día enmudecí, aún no sé por qué, entonces me dediqué a leer lo que habían escrito otros. Uno de mis fantasmas me animó a volver a escribir, sé que parece una locura pero fue así. Me apunté a una escuela de escritura y ahí sigo intentando encontrar las palabras adecuadas para decirlo casi todo, siempre nos guardamos algo. Utilizó el seudónimo de Atalanta, porque como ella, en algún momento de mi vida habría sido necesario desobedecer. Aún sigo cambiando finales, persiguiendo amaneceres e intentando no perder el azul. 

“El azul se compone de la risa de un niño, del ladrido de un perro, y el llanto de un violín

en el azul se escucha el chup chup del puchero, el enfado del trueno y la cadencia suave de las olas del mar.

El azul se encuentra en la poesía de un amigo, el roce de una mano y el latido del árbol que se deja abrazar.

El azul es otoño, sonido de hojarasca, revoloteo de alas con un poco de Jazz”.