Después del éxito de “Tras los versos del Capitán Veneno” (2021, Editorial Dalya), Cristina Braza, regresa a Irredimibles para presentarnos su primera novela “El Secreto del ángel” (2024, Glosolalia Ediciones, perteneciente a Cosecha Negra Editorial).

Bienvenida, de nuevo, a la que ya es tu casa, Cristina. Me he leído tu libro en dos días. No fue en uno solo porque lo empecé por la tarde-noche y a la mañana siguiente lo terminé, si no me lo acabo de un tirón. La razón es porque me enganchó desde el minuto uno ¿Tenías claro que la historia se iba a desarrollar en Cádiz o te habías planteado otros escenarios? 

De nuevo, gracias, es un placer colaborar con vosotros. Cuando comencé con la idea de escribir El secreto del ángel lo único que tenía claro era que el escenario obligatoriamente debía ser Cádiz. No obstante, dentro del universo gaditano, también quería reflejar con precisión ciertos lugares y calles del centro histórico, así como mover a la inspectora por otras zonas de la ciudad, menos conocidas o turísticas, como por ejemplo Cortadura. Cádiz, en realidad, es el motivo intrínseco de todo, es decir, no concibo escribir una novela y no elegir su ambientación en esta ciudad. Además, me apetecía mucho que se tratase de género negro y suspense, así también he podido darle un aire diferente a lo que se ve desde fuera sobre Cádiz.

Difícil no inspirarse en Cádiz, verdad, con la magia y la historia que respira sus calles ¿no te parece?

Bueno, casi que te he respondido en la pregunta anterior. Es lo que me sale del corazón. Creo que Cádiz es una ciudad mágica con muchísimos encantos, pero también tiene sus luces y sus sombras. Y precisamente el género negro te da esa oportunidad para indagar en otras cuestiones no tan agradables para la sociedad o tan conocidas y meramente turísticas. Mi intención era que la novela estuviera ambientada en un Cádiz lo más real posible. De hecho, por eso el tiempo de la novela precisamente no es el verano, por ponerte un ejemplo, porque no me interesaba plasmar el típico escenario de sol y playa.

Ruth Lebón, Héctor, Carmen García, Pedro Vega… entre todos tejen un universo de ficción donde el misterio, las ansias por saber cómo y cuándo logrará la inspectora Ruth Lebón resolver el crimen ocurrido en La Viña, entre otras tramas, te mantiene en vilo hasta el final ¿Te ha sido difícil tensar, desde la creación literaria, la cuerda para que al lector le inunda esa desesperación por conocer la verdad?

A priori, para mí, escribir una novela ya era un reto personal, porque en mi caso pues vengo de haber escrito una obra totalmente diferente, como es un ensayo sobre un repertorio carnavalesco de una de las plumas más significativas del Carnaval de Cádiz como fue Juan Carlos Aragón Becerra.

En el ensayo, todo eran más ventajas. No porque se trabaje menos, ni por asomo. Más bien, porque el repertorio de las distintas agrupaciones del autor ya los conocía, antes que filóloga, soy aficionada y amante de esta fiesta, entonces eso es un plus más que sumarle al hecho de escribir un libro sobre una temática que, en cierto modo, controlo con bastante soltura. Aunque, he de decir que durante la escritura del libro y el tiempo de estudio de la obra de Aragón he podido aprender mucho más y ha sido un proceso de casi un año de enriquecimiento.

La novela, por el contrario, surge por pura vocación a la escritura. No hay una motivación previa. Escribir por puro gusto, por amor a la literatura y a las palabras. Soy, desde muy pequeña, una gran lectora y siempre me he dedicado por mi profesión de docente de lengua y literatura a este mundo de las letras y los libros.

Y con respecto a tu pregunta, no me ha sido muy difícil tensar la cuerda como tal. Básicamente porque antes de empezar a escribir la novela, ya tenía claro el final. Para mí es indispensable trabajar de una forma muy pragmática. Si yo sé cómo acaba la historia, solo tengo que ir dando marcha atrás e ir ordenando y colocando las piezas del puzzle, sobre todo, en este género como el suspense. Lo interesante era precisamente ir dejando pequeñas pistas o huellas que el lector debe ir organizando a medida que avanza la lectura, pero cuidando siempre que el final no sea obvio.

Leyendo tu novela, uno va paseando por esos rincones tan archiconocidos de Cádiz y uno se ve en ese barrio, en esa calle, ese olor a salitre que impregna la Tacita de Plata. Es lo que tiene una ciudad trimilenaria donde la historia se pudo haber desarrollado en cualquier siglo y la esencia hubiese sido la misma ¿no crees?

Pues sí. Creo que, en ese sentido, mi novela puede gustarle tanto a personas que conocen Cádiz o que viven en Cádiz como a personas que no han visitado la ciudad. Cuando comencé a desarrollar la escaleta para la creación de la novela, también añadía qué describir, qué lugares quería que aparecieran en ese capítulo y por qué motivo. Me ha resultado muy divertido que aparezcan cafeterías literarias como la de La lectora que se encuentra en la calle Ancha, o el Charlotte de la playa de la Victoria. Además, es de obligado cumplimiento describir también los olores, el ambiente, la forma de vida que hay en Cádiz. Todo eso era necesario para darle luz y protagonismo a la ciudad en mi novela.

Aunque el género negro es difícil de escribir lo has hecho como si llevaras toda la vida en el oficio ¿Cuál es el secreto, Cristina?

Bueno, eso en realidad es algo que deben valorar los lectores. Aunque sí que es cierto que hay ciertas claves que creo que me han impulsado a escribir esta novela y que el resultado sea, al final, muy positivo. Ya he podido mantener muchas conversaciones con lectores que me han transmitido sus impresiones del libro y todos coinciden en que es una novela que se lee rápido y que engancha desde el principio. Y eso para mí es de lo más importante.

El secreto no es nada que no pueda hacer cualquiera. O quizás este sea el mío porque son las claves que a mí me sirven y a otra persona no, quién sabe. Cada uno tiene sus métodos.

En mi caso, soy una persona, en todos los aspectos de mi vida, bastante autoexigente. Entonces, si quiero escribir una novela, soy muy constante. En primer lugar, al ser filóloga, ya cuento con una base sólida para adentrarme en este universo, pero, además, como te he comentado antes, soy una gran lectora. Llevo leyendo desde muy pequeña, he leído muchísimo y últimamente, de un tiempo hasta ahora, estoy consumiendo muchas novelas de suspense, mucho género negro. Entonces, creo que el secreto es la siguiente fórmula: leer y escribir.

Antes de la novela, también escribí un relato con el que quedé finalista en el certamen de Astarté organizado por Las Cabezas de San Juan, en Sevilla. Quiero decir que a escribir se aprende escribiendo y leyendo mucho. No creo que un escritor se forme de ninguna otra manera que no sea leer.

Me da la impresión, corrígeme si me equivoco, de que habrá una segunda parte e incluso hasta más ¿puede ser?

Como tal no me planteo una saga ni nada por el estilo. De hecho, sí que estoy trabajando, de forma muy prematura aún, en otra novela, pero no es una continuación de El secreto del ángel. Este proyecto es simplemente una novela que se puede leer de forma independiente al anterior. Más bien, tanto El secreto del ángel como la novela en la que estoy sumergiéndome ahora tienen en común que están ambientadas en el mismo universo, en Cádiz, y por supuesto, la particular y tan querida por los lectores, inspectora Ruth Lebón seguirá estando presente.

“La lluvia había vestido las calles de plata” esta es una de las frases, impregnadas de poesía, que podemos encontrar en tu libro. Aunque te declinas por una narración clara, directa y apta para todas las mentes, se agradece este tipo de licencias para decir: “oye que yo también sé decir las cosas y adornarlas, eh”. Me refiero, Cristina, si has pensado en cultivar (o quizás ya lo haces) la poesía. En caso afirmativo, sería muy interesante para tu carrera literaria publicar un libro de poemas ¿Quién sabe no?

Bueno, yo creo que este tipo de licencias son necesarias y como tú mismo dices, al final, se agradecen. Aunque he tenido siempre claro que me gusta un estilo directo y sin excesivo decoro, porque para este tipo de género, creo que es un plus, no descarto que las descripciones más poéticas no tengan cabida, todo lo contrario. A ver, es que al final el lenguaje está para moldearlo y utilizarlo según lo que quieras contar. Con respecto a la poesía, no he escrito poemas como tal para publicar ninguna obra ni mucho menos. He escrito poesía para mí misma. Es cierto que me parece algo sumamente delicado, es decir, me da mucho respeto escribir poesía. Es muy difícil decir tanto en tan pocos versos que no sé hasta qué punto me lo plantearía. Para mí la poesía es algo muy íntimo, sin embargo, la novela como diría Baroja es un saco donde cabe todo.

Profesora de Lengua y Literatura en la Enseñanza Pública de la Junta de Andalucía, escritora, lectora, hija, hermana, novia, amiga ¿Cuándo se pone a escribir Cristina Braza para sacar adelante un proyecto literario? ¿Qué tiempo le dedicas a la escritura?

Uf, es muy difícil, pero se consigue. Pues principalmente por mi trabajo no puedo escribir al ritmo que me gustaría. Entonces, te cuento mi secreto, esto sí que es un secreto. Cuando más trabajo en la escritura es en verano, porque es precisamente la fecha en la que no tengo mil cosas que hacer o atender de mi trabajo de profe.

Para escribir además soy muy metódica, me gusta escribir normalmente por las mañanas o por las noches. Durante el curso escolar, evidentemente por la mañana es imposible. Aunque sí que es cierto que estoy intentando romper con esta barrera y ahora estoy intentando dedicar determinadas horas al día a escribir. Por ejemplo, cuando escribo, como ya trabajo con una escaleta previa, intento marcarme objetivos a corto, a medio y a largo plazo. Por ejemplo, para hoy tengo que releer el capítulo dos y escribir el 3. A final de la semana tengo que haber hecho hasta aquí y aproximadamente dentro del mes tal tiene que estar la novela por este capítulo.

Intento tomarme el tiempo de la escritura como un trabajo, pero también como un momento de desconexión. Es cierto que me planteo una serie de metas, pero me permito la licencia de ponerme a escribir por ejemplo en una cafetería. Recuerdo que estaba escaletando El secreto del ángel un domingo con un café por delante en la plaza San Francisco.

En nuestra última entrevista por tu exitoso libro de ensayo “Tras los versos del Capitán Veneno”, que trata sobre la obra carnavalera desde el punto de vista literario de nuestro admirado Juan Carlos Aragón, te pregunté si tenías pensado escribir íntegramente (entiendo que la letra) a alguna agrupación carnavalesca. Bueno, en esta ocasión, te digo: ¿Cuándo podremos disfrutar de Cristina como autora en el Carnaval de Cádiz? Me da que no soy el único.

No sabes cuántas veces he pensado en esto de escribir una agrupación. Pues si te soy sincera, creo que escribir Carnaval me encantaría a la vez que es un hecho que me plantea y me genera mucha inseguridad. Para mí el Carnaval es tan sagrado que me da reparo escribir y pensar en la cantidad de arte y de magia que hay de las personas que se han dedicado a la literatura carnavalesca. No obstante, si apareciera la oportunidad, creo que sería incapaz de negarme. Me encantaría escribir algún año Carnaval y ojalá, por qué no, adentrarme en concebir un tipo y plantearme muchas cosas que tienen que ver con la creación de una agrupación. Sería una experiencia magnífica, no me cabe duda. De momento, me mantengo a la espera de que surja una oportunidad tan bonita como esa.

Para terminar, Cristina, imagínate que tienes en frente una cámara y te diriges al público con el fin de que lean “El secreto del ángel” ¿Qué les dirías?

Bueno, les diría principalmente que disfruten perdiéndose entre las páginas de un libro que se ha escrito con mucho amor a Cádiz y a su gente, a su forma de vida, a cada uno de sus rincones. También les diría que sé que seguramente van a empatizar con Ruth Lebón, aunque sea una persona muy particular, porque su encanto también reside ahí, en su personalidad. Y poco más, solo les diría que lean y que hagan el libro suyo. Ya el libro no es mío, yo solo soy la autora, la historia es ya de todos los lectores que lo han acogido y lo han disfrutado.

Agradecido por tu visita a esta que también es tu casa y estoy seguro de que pronto podremos disfrutarte con otra entrevista porque nos presentarás otra obra de gran calidad como nos tienes acostumbrados ¡Salud y juancarlismo!

Muchísimas gracias por el interés en cada uno de mis proyectos. Estoy segura de que sí, de que habrá más libros, eso seguro. Aunque es cierto que el ritmo que llevo es vertiginoso. Tras los versos del Capitán Veneno se publicó en 2022, quedé finalista en el certamen de relatos en 2023 y en 2024 ha salido a la luz El secreto del ángel.

¡Gracias de nuevo a vosotros, a todo el equipo de Irredimibles y en especial, a ti Ramón, es un placer!

Karim Ali

Desde hace varios años, encontré en el universo del relato corto, un camino donde explayar mis inquietudes: críticas sociales, políticas, lírica, sarcasmo, humor. Risas y llantos. Poco a poco voy pillando el hábito de construir una historia sólida que mantenga el interés del lector desde la primera hasta la última sílaba. 

Un comentario en «Entrevistamos a Cristina Braza por la publicación de su primera novela: “El secreto del ángel”.»
  1. […] hace poco nos concedió una interesantísima entrevista por la publicación de su primera novela, “El secreto del ángel” (2024, Glosolalia Ediciones, perteneciente a Cosecha Negra Editorial), esta joven escritora de El […]

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