Victoriano Campo escribe para mantener a salvo los rudimentos de la cordura y recordar la certeza de lo efímero. Pensando en cosas absolutas pese a la fugacidad de la existencia. Persigue la tranquilidad, la calma y el equilibrio. Sabe que los interrogantes más elementales permanecerán sin respuesta.
Viaja herido de muerte, celebrando la vida.
Victoriano nos regala tres de sus poemas para nuestra web, si quieres ahondar en su poética puedes seguirle en Instagram donde escribe bajo el perfil de @victorianocampo
1
bajas
la mirada
hacia el tablero
ordenas
el sacrificio
de peones (y poemas)
tu pureza monta
contra la negrura
de mi deseo
sostienes la calma
pese a lo finito
del tiempo
quieres vencer
sobre la vida
dominar cada parcela
mientras tanto
yo observo tu boca
la geometría de tus fosas nasales
con cada movimiento
crece el inventario
de mis estrellas (de tu rostro las pecas)
no te perturba
ni siquiera te percatas
prosigue tu vista fija en el tablero
es un juego hipnótico
sugieres, y es mi turno
de bajar la mirada
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2
riendo sacas de quicio
los goznes de lo cuerdo
hallas placer en burlarte
de la quietud de la verdad
con la miga
de la voluntad
amasas el pan de cada dia
sostienes la dulzura de lo hueco
tus manos
obedientes de instinto
cortan en vida
las líneas divisorias
las osamentas
que impones o conquistas
bailan inconscientes
confundidas
en un sueño
en el que elijo visitarte
aro la inmensidad de tu destino
te invito a pastar la eternidad
un animal
que sonríe en tu nombre
me ofrece un pacto
que asegura soledad
desarmo las valijas
me peino el cielo sin espejo
acepto la humedad de tus esteros
asumo el fruto de la fecundidad
*****
3
de niño solía
escudriñar la mirada
de los automóviles
como queriendo asir
el alma que transportan
desvelar su secreto
había algo siniestro
en esas ópticas
mudas estáticas
quizás la certeza
de que algo del otro lado
sostenía mi mirada
entonces solía
guiñar un ojo
el derecho
e imitaba
con mi voz más ronca
el rum rum de los motores
siempre la respuesta
fue la fría apatía de la simetría
salvo una vez
(esa vez que podría
denominarse locura
o maravilla)
*****
4
tu fragilidad acecha
anzuelo
que sabe a necesidad
en mi boca de hombre
tiñes las ganas
interrogas a los deseos
plantas atajos
caminos paralelos
evito andar
a tiro de tus ojos
sintiéndome presa fácil
a merced de tu hondera
pero a veces me sueño
sosteniendo tu mundo
siendo el nombre
favorito entre tus labios
es entonces cuando lloro
por vos
por mi
por lo que somos
esta nada
sin viento sin estancia
un dios
sin territorio
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Juegas con las palabras, estimado Victoriano, de una manera sutil y precisa. Tu verso se clava en la memoria. A veces, duele, otras, es un néctar de vida. ¡Bravo!
Muchas gracias Plu29-Nomi. ¡Qué bueno te haya gustado! Gracias por hacérmelo saber. Saludos cordiales.