Escondidas en el hierro
Picar el hielo con pétalos
para encontrar mis lágrimas.
Hacer navegar
montañas de suspiros
por si hallo mis lágrimas.
Rajar el vientre de la tierra
y, quizás, broten mis lágrimas.
Escupir cebollas,
memorizar la banda sonora del llanto ajeno
por si acaso, aparecen mis lágrimas.
Abrir los ojos
a la luz del futuro,
para que mis lágrimas estallen.
Beber el mar en un vaso de fuego
empapándome el alma con las olas de la luna
por si asoman mis lágrimas.
¡Lágrimas! ¡Salid de la cueva!
¡Mostraos libres y puras!
Que la última canción
es absorber limones
exprimiendo la vida
con un adiós espiritualizado en lágrimas
Karim Ali
Desde hace varios años, encontré en el universo del relato corto, un camino donde explayar mis inquietudes: críticas sociales, políticas, lírica, sarcasmo, humor. Risas y llantos. Poco a poco voy pillando el hábito de construir una historia sólida que mantenga el interés del lector desde la primera hasta la última sílaba.