Gabriela Garza Padilla (Sharim)
México, 1965.
Conocí el mar de noche, cuando tenía cuatro años.
Estudié formalmente periodismo. Informalmente he estudiado por mi cuenta de todo. Todo me interesa. Todo me maravilla.
Amo estar encerrada haciendo mis rutinas y salir sólo de tarde y noche. Escribo poesía desde los doce años. Soy artista plástica -pintora- desde los catorce años, con más de sesenta exposiciones individuales y colectivas en todo el mundo. Escribo naturalmente como parte de esta percepción multisensorial traslapada en la que vivo, donde los colores y las formas tienen música propia y bailan y donde escucho poemas mientras duermo. ¿La vida es arte? ¡Absolutamente!
***
La Santísima Trinidad
de la primera
de la segunda
de la tercera persona
del Uno
del yo
del tú
del él / ella/ ellos
donde el espejo toma forma
hecho del pliegue
del Eterno que se contempla
en el otro
“Amarás a tu prójimo
como a ti mismo”
no es un mandamiento
es la descripción
del Cielo
cuando hayas llegado:
cuando te hayas sumergido en el espejo
uroboros
y se te hayan abierto otros ojos
quedándote sin habla
para siempre.
***
ODA AL PODER ABSOLUTO
Hay de poderes a poderes:
los falsos, aparentes,
y los de verdad,
enraizados en la profundidad
de la historia humana
con sus victorias y derrotas milenarias,
ancestrales.
Hay hombres que sólo aparentan fuerza
pero de verdad son monigotes;
títeres de una mano invisible
que los maneja desde las sombras.
Hay otros que sólo son fachada
y andan pidiendo
ya sean migajas o rebanadas:
un puesto, un contrato,
como esos titanes
que adoramos en las pantallas:
un Leonardo di Caprio,
una Merryl Streep.
¡Todos tuvieron que ir a audiciones
y someterse, luego, a las extremas demandas
de su divino oficio del teatro!
Su poder es, entonces, aparente,
viviendo, además,
a la cruel merced de la fama.
Pero hay otros, escondidos,
que están hechos de la potencia
con que se forman los sistemas estelares
y no dependen de nada ni de nadie,
como mi plomero.
Él es un alma libre,
artista, un Baudelaire de los grifos,
y dueño de su destino
como el más férreo de los zares.
El no tiene ninguna necesidad de trabajar,
ni de pedir contratos,
ni de audicionar.
No tiene, tampoco, un amo que maneje los hilos secretos
de su indómita voluntad.
¡No!
El encarna, triunfante,
La Libertad de Delacroix.
Me cuelgo del tubo de la fuga
en completa desesperación.
Me postro ante la imagen
de su perfil de WhatsApp
mientras él me dice:
“Mañana o pasado mañana voy,
hoy no, que tengo resaca”.
O,
“No traigo ropa adecuada para mojarme;
esa fuga de su casa es muy grande
y seguro me voy a empapar”.
Y mientras,
las olas de la fuga de mi casa
arrastran a los carros en las calles
como barcos de papel
sin timón ni marineros
y la inundación se convierte en el diluvio universal,
hasta que al Dios plomero
se le ocurra, en su divina gracia,
tener piedad de esta mortal
que tiene el agua hasta el cuello.
Hay de poderes a poderes.
Envío la paloma
a ver si vuelve ya con el olivo.
***
PER ASPERA AD ASTRA
Yo ya vengo, Amado mío,
trayendo en mi piel
todos los ríos del mundo nadados
y en mis ojos
todos los soles de todos los tiempos,
todas las lágrimas
y todos los gozos de hombre
de mujer y de niño.
He sido piedra, hierba y serpiente,
he amado las frutas,
he odiado el árbol, y otros,
yo misma sembré.
He caído y me han hipnotizado
los fulgores circulares
de las mil trampas humanas.
Me ha dolido el cuerpo y sus venas.
He envenenado de venganza mi sangre.
Me han mordido el alma de pena
y he naufragado en la angustia,
así como he llorado de dicha
y bendecido el instante.
He odiado -y mucho.
He amado, también, hasta la muerte.
En resumen,
me he hecho mundo
y, al hacerlo,
me descubrí el Uno.
Yo soy Tu regalo.
Vengo a Ti,
de mí, deshecha,
y llena de Mí, de Ti.
Yo ya vengo, Amado mío,
mi piel ya está hecha de estrellas.
En el Club Poético de Irredimibles se dan cita poetas inéditos, poetas publicados, poetas amateur, poetas noveles, poetas profesionales, rapsodas y quienes se acerquen al mundo de la lírica en cualquier formato de la mano de Victoriano Campo y Laura Márquez.
Leerte es encontrar una mirilla de visión clara hacia una realidad oscura. Siempre fascinante.