Cinco poemas elementales de Ginimar de Letras

Inmensidad

Este es mi espacio,

mi terreno,

la raíz que anuda

mi cuerpo,

espacio exterior

diáfano,

aire que llena 

el vacío

interior.

Yo no soy ya

este hueco

desnudo.

El universo

expande mis poros,

respiro profundo,

me quiebro

de inmensidad

y soy aire:

parte de ti

y del paisaje.


Salto cualitativo

Soy

agua reposada,

manantial 

de montaña,

riachuelo, 

afluente,

cascada, 

torrente,

ibón

—como mi nombre

en segunda opción—:

un corazón transparente

que la frialdad convierte en hielo.


Aire

Me diluyo en el aire que me pesa

y soy solo un rasguño de la tarde.

Cuando el aire te atraviesa 

me respiras, soy tu aliento 

y te miro con sorpresa

desde adentro.


Entradas

Entro en la piedra

y me convierto en montaña.

Entro en el agua

y me convierto en río.

Ahora río.

Ahora montaña.

Ahora fluyo.

Ahora soy nada,

nada más

que inmovilidad

y ellos no me ven.

Nunca ven 

nada.


Instante 

Ser agua 

sin espacio

ni tiempo. 

Ser aire 

sin tan siquiera 

reflejo. 

Ser nada,

nada más

que el instante.


Virginia Martínez

Ginimar de letras es el seudónimo de Virginia Martínez. Licenciada en Bellas Artes, fotógrafa y diseñadora gráfica freelance. Eterna aprendiz de ilustradora y de cuentista. Poeta a tiempo completo. La naturaleza es mi patria y mi religión. Siempre tengo los ojos o la cabeza en los libros o en las nubes, y un gato en el regazo.

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