Versus es el lugar donde se van a encontrar dos poetas. Quizás en duelo o tal vez en comunión. ¿En qué punto del surco lírico pueden encontrarse un peruano, habitual en los Poetry Slam de Barcelona y un poeta argentino que cada noche ilumina las redes y las letras? Sus palabras nos marcarán los caminos que han recorrido en la poesía y disfrutaremos con sus poemas y con la experiencia de sus pisadas.

Anyelo Zeña

Anyelo Zeña
Peruano residente en Barcelona.
Escritor y Licenciado en Filosofía.
Podcaster en @_estacioncafe
Miembro de @microrrelatosies
Creador de malos versos.



¿Qué es para ti la poesía?

La poesía siempre ha tenido significados totalmente antagónicos para mí. Un tema aburridísimo con catorce años, un abrazo de paz a los treinta. La satisfacción del texto terminado y la frustración de la página en blanco. La posibilidad de romperme a versos y resucitar al abandonarme en ellos componiendo cantos de libertad.
También es responsabilidad, la responsabilidad de nuestras voces que son un sonido que retumba en las conciencias de quienes quieren escucharnos. Es compromiso con cada persona que sufre como nosotros el hastío de la rutina y los dolores que nos causa cómo llegar a fin de mes y que al igual que nosotras ha decidido escapar al menos unos minutos.
Para mí la poesía son muchas cosas y para ella sólo soy otro poeta al que consolar.

¿Por qué escribes?

Porque es el recurso que escogí sin saberlo para poder gritar en la mente de otras personas. Porque me encuentro bien estando solo en esa habitación de ideas de barro. Porque es mi forma de luchar, de llorar, de reír y desnudarme ante los demás porque según yo es “terapéutico”. Porque me encanta decepcionarme un millón de veces, pero en la decepción encuentro oxígeno para sentirme vivo. Porque me permite tocar mis miedos. Porque hay algo en el síndrome del impostor que me atrae. Porque acepto que estoy loco y hago en mis textos nuevas tribulaciones. Escribo porque quiero algún día hacerlo bien, pues yo soy yo y mis versos.

¿Qué estás leyendo ahora?¿Y escribiendo?

Tengo en la mesa de noche un par de libros. Dos que estoy releyendo. Persépolis de Marjane Satrapi, Deshoras de Julio Cortázar. En la mochila llevo siempre una antología de César Vallejo. En mi escritorio he dejado “Papel de Lija” para sentir que puedo viajar con Myriam Soteras. He terminado mi primer fanzine. Un cuento para pequeñas y no tan pequeñas. Un cuento hecho para inspirar fuerza y comunión con la naturaleza a través de una sabía heroína.
Espero pronto poder anunciar su salida para que vea la luz en otras manos. Lo he titulado Illari que significa resplandor en “quechua”.
Sigo produciendo mi poemario que espero este año pueda ya tenerlo listo para su producción.
Sigo escribiendo poemas o textos para Poetry Slam. Muchos de los poemas que he escrito para este formato los compilaré en el poemario.



TENGO UNA CITA CONMIGO

Tengo una cita conmigo,
Y la verdad no sé qué ponerme.
No sé qué o a quién llevar,
Pues mis trajes son muchos, 
mis caras son muchas 
y mis risas últimamente son pocas.

Tengo una cita conmigo
y pienso si es mejor ensayar el personaje
o dejarme llevar,
pero existe el riesgo de que abandone la mesa y salga corriendo sin siquiera pagar la cuenta. 
 
Tengo una cita conmigo
y siento que me dará vergüenza 
cuando me pregunte:
¿Qué has hecho en estos últimos años? 
¿A qué te dedicas actualmente?
Las mentiras quizás no quepan en el bolsillo de la americana 

La absurda idea de decir 
que recolecto palabras en un huerto 
para luego con el mayor de los cuidados cocinarlas a fuego lento
y servir versos deliciosos
se disipa en cuanto termino de pensarla.


La verdad es que lo único que he recolectado son facturas mensuales.
Perdí la cuenta de cuántas veces 
se me han quemado en el horno 
proyectos inservibles. 

La verdad es que no tengo un huerto
sino un terreno árido 
en dónde sólo hay frustraciones
y adicciones intermitentes.

Se me pasa por la cabeza ponerme una excusa. 
Decir que me surgió un imprevisto
que la rutina me ha atrapado un día más,
que prefiero quedarme en el sofá
porque hoy también terminé cansado de tanto fingir,
pero recuerdo que nos prometimos 
"nada de mentiras disfrazadas de pretextos". 
Nos prometimos decirnos incluso el silencio. 

Me entrego un poco de paz con olor a avena y miel. 
Me visto lo más rápido que puedo 
pues las horas se me han pasado 
y para variar llegaré tarde 
y no quiero hacerlo.

De camino doy un resoplido frustrado 
por una mascarilla que por lo menos
disimula la mitad de mis nervios
y pienso en las ganas que tengo de acariciar mis cicatrices.

Tengo ganas de contarte 
que mis fracasos son muchos 
pero también son tuyos 
que no hay de qué avergonzarse. 
Que la simpleza sigue siendo la búsqueda,
que detestamos las corbatas
y los lunes de laboratorio. 

Que seguimos tomando ansiolíticos
pero de vez en cuando tomamos 
buenas decisiones. 
Que nos hemos enamorado de un ser maravilloso y una vez más no hemos sido correspondidos. 

Tengo una cita conmigo 
y sólo quiero la cena caliente,
las verdades abiertas 
y volver abrazados
porque el tequila nos sentó mal,
pero nos dejó con las ganas de vernos más seguido.



Anyelo Zeña

Victoriano Campo

Victoriano Campo
Escribo para mantener a salvo los rudimentos de la cordura y recordar la certeza de lo efímero. Pensando en cosas absolutas pese a la fugacidad de la existencia. Persigo la tranquilidad, la calma y el equilibrio. Sé que los interrogantes más elementales permanecerán sin respuesta. Viajo herido de muerte, celebrando la vida.


¿Qué es para ti la poesía?

La poesía es una necesidad. Un conector entre lo que se manifiesta y lo que quisiera que se manifieste. Un remedio crónico contra todos los males de este mundo.












¿Por qué escribes?

Para hacer catarsis, para interpelar, para testear, como actividad lúdica, para arriesgarme, para explorar las posibilidades de la existencia, para acercarme al sentido estético y con todo ello intentar cada día conservar la cordura. También escribo para que lo que siento se haga alimento digerible en lugar de cruda piedra.






¿Qué estás leyendo ahora?¿Y escribiendo?

Todos los días escribo poesía, es como un ejercicio, desde hace un buen tiempo. También estoy anotando ideas para relatos breves. Estoy leyendo “El curioso incidente del perro a medianoche” de Mark Haddon, es un libro raro y muy llevadero, que termina poniendo el ojo sobre las cosas que damos por establecidas.












TINTA NEGRA

compartías con dios
el color
de la credulidad


en la trayectoria 
de tu mirada 
vibraba toda intención


era locura rutinaria
la lujuria
creación perpetua de amarillos


pero ahora tu nombre 
denota un vacío
absurdo en lo tangible


llevo veintitrés calas
a la parcela donde descansa
mi corazón


carece de repechaje lo que ha muerto
por mucha dulzura que la vida
muestre en el tintero


JUMPING


credulidad

casi certeza

de extraviarme 

en el oro fluido

de tu novedad

en deslizarme

entre lenguaje

lengua confusión

entre el vocablo

beso y las pluralidades

da la palabra labio

credulidad 

en tu semblante de deidad

en tu capacidad de saltar

al  vacío

para colmarlo






Victoriano Campo

2 comentario sobre «Versus: Anyelo Zeña y Victoriano Campo»
  1. La escritura de Vic la conozco hace un tiempo y sé de sus talentos, pero a Anyelo hace poquito que lo descubrí y es todo un hallazgo.
    Dos voces muy diferentes, ambas realmente encantadoras.

Los comentarios están cerrados.

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