“Tan profundo como el Yangtsé”, por Marisol Moreno Beteta
La primera vez que se dieron cuenta de que su vida podía ser un pequeño infierno, fue un día en el que las chicharras no paraban de cantar. Habían pasado…
La primera vez que se dieron cuenta de que su vida podía ser un pequeño infierno, fue un día en el que las chicharras no paraban de cantar. Habían pasado…
Después de haberme preparado otra taza de té me doy cuenta de que no me la voy a tomar. Aunque todos los días ordeno la habitación, no sé por qué…