«Me viene mal que te mueras» es el sugerente título del conjunto de relatos breves llenos de trasfondo, humor, realidad tácita y crítica social, escritos por Maite Cabrerizo.
Maite no cuenta historias, Maite traduce el mundo y le da formato literario.
Sus personajes totalmente redondos hacen que una vez empieces a entrar en sus vidas ya no sepas, ni quieras, salir de ellas.
«Se llamaba Leopoldo, creo. De Jaén, creo. Banquero, creo. Casado, creo. O viudo, creo. Creo, no es certero. Es confiar en que fue así (…) pero lo que sí sé es que conseguí la hipoteca a un interés muy bajo. Y el precio mereció la pena. No lo creo, lo sé. «
Maite habla de amor, habla de sexo, del sexo con amor, del amor sin sexo y del sexo con amor.
Usa el querer como tema principal y de allí se ramifica en todos los “quereres” posibles.
Pero lo que llama la atención de <<Me viene mal que te mueras >> no es sobre lo que habla sino cómo lo habla.
Hace uso de la palabra de una forma pausada, a veces hasta cruel, robusta. Y, sin embargo, hay en sus relatos un respecto y un amor imposibles de borrar.
Es uno de esos libros que lees sin pausas y después no sabes cómo ni cuándo pero la flecha a tocado directamente al corazón.
Maite es periodista, de las de verdad
Maite es escritora, de las de verdad.
Maite es, en toda ella, pura verdad.
Y hay algo que tiene la verdad contra lo que no puede competir la mentira, aunque la ocultes, se cuela por las grietas y no importa el tamaño de estas.
<<Me viene mal que te mueras>> es esa verdad brotada de literatura.
Esa literatura que arde y hace arder.
«Que haga un listado
Del ‘haber’ y del ‘debe’
Cuando ponga lo que ponga
me dices que te mueres?
¡Que vas y te mueres!»
Y que la vida era eso, morir y dejar algo dicho en el proceso.
Algo hecho, algo más que morir.
Esa es Maite y ese es su gran legado. Parte de ella, parte del mundo.