El poeta malagueño David Delfin ha tenido la amabilidad de aceptar la invitación de Irredimibles para pasar por nuestras páginas como autor. David Cácerres Delfín arrastra una dilatada trayectoria poética con una decena de poemarios publicados desde la deácada de los noventa. Además de habar sido incluido en numerosas antologías, práctica también el ensayo, cuyo ultimo trabajo es La Voz Alzada. Carnaval cantado y transformación cultural (EDA Libros, 2021).
Para el deleite de los lectores de Irredimibles, David Delfín nos ha obsequiado con “Árboles” un poema en prosa perteneciente a su último poemario: “Equívocos Árboles Caligrafías Personas”, publicado por la editorial sevillana Maclein y Parker (2022)
ÁRBOLES
David Delfín
Alas al Dios de los himnos sagrados, enamoramiento en el Cántico espiritual 40 y en el Cantar de los Cantares; navegación 6, 12, en Alfonso Canales, Aminadab. Alas al dios de los restos de sándwich que ya no se besan y ven juntos las últimas noticias, acostumbrados a ceder por la eficacia de lo terrible.
Dios contra sí mismo en el llanto bautismal del primer
Google un setiembre 4 y 27 de 1998- y, mientras iba despoblándose el éxito y los ejecutivos desistíamos a una primera vez cientos de veces, la glaciación, la nicotina, el desfallecimiento dos mil nueve diez once… que tanto persistió en mantener limpias las costuras de las ventanas. La renuncia entonces desbordando bares, pesadumbres y estacionamientos, quebrando voces e interfonos que ya no sabían quiénes éramos ni cuáles nuestras mentiras de siempre, ni por qué nos despertábamos con las primeras luces si la inexactitud era ya otra. Principio del crédito confianza, desahucio, evasión que trata sobre pececillos de oro para no tener que volver a los inservibles de la guerra: el coronel Aureliano Buendía con traje lunar hurgando en los contenedores de la basura cósmica. Alas al dios antiguo de los árboles, que intercede y nos salva, restaurador de sueños al finalizar todos los sueños.
Oh, tú, carmelita descalzo.
Oh, tú, arcipreste de los rasguños que van acumulándose en las oficinas donde piden limosna los repartidores de prodigios online y acaba por extenderse una indefinición contable, imperceptible, que los médicos no saben cómo.
Oh, tú, rey en la obediencia y doble clic en «enfermedad de la incomunicación».
La claridad tiene tantos bosques. Mi primera conjuntivitis fue la infancia, sentirme amparado al reducir el universo a los diez volúmenes de la enciclopedia Larousse. «Marco polo teresa de jesús juan de yepes miguel de molinos mister fogg.» Clic de búsqueda. «Historia de los grandes viajeros de la espiritualidad y de la imaginación lingüística.»
Antítesis, paralelismos, iluminaciones, alejamientos: imborrables tan nuestros como las manchas de residir o las salpicaduras de los satélites en las camisas después de muchos lavados. Nuestra alma como un castillo, así en el crelo hay muchas moradas, Teresa de Jesús. Mi segunda conjuntivitis fue entretenerme con esos castillos que pueden tocarse, respirarse, decirse, do-re-mi-fa-sol-la-si, guitarrista en el subterráneo de los perdedores por la crecida de un río, un estiaje, un alud, y que jamás lo confiesa entre gin-tonics a otros alcoholizados por la misma fe que distorsiona escudos, armas, generaciones. Si-la-sol-fa-mi-re-do. Alas al dios de la inercia sin dueño: esta generosidad rociada con la sangre blanca de los meses, seguidora de san Juan de la Cruz, primer poeta de los contenidos en un no sé qué que quedan balbuciendo, primer científico en transferir distancias a paños de cocina, márgenes, cápsulas de café; tecnología de los yoes y transfusiones de personas en pleno reposo de invadir y entregarse, tan sometidas a las ataduras invisibles de todo lo aceptado.
David Delfín. (Málaga, 1968). Poeta. sus últimos libros publicados son: Nombrar el silencio (1994), La ruptura renacentista (1994), Arqueología disponible (1998), Alrededor (1999), El orden razonable (V Premio Impresor José Andrade, Ateneo y Universidad de Málaga 1999) Triduo (Puerta del Mar, Málaga, 2000), Principia (Huega y Fierro, 2004), Los matemáticos no saben pilotar aviones (2014), La fábrica de anticuerpos si no amanece (2016), Equívocos Árboles Caligrafías Personas (Maclein y Parker, 2022).
Una propuesta sumamente interesante. Gracias por compartirla.