Reseña de “El verano que mi madre tuvo los ojos verdes” de Tatiana Țîbuleac

«Aquella mañana en que la odiaba más que nunca, mi madre cumplió 39 años. Era bajita y gorda, tonta y fea. Era la madre más inutil que haya existido jamás.»

Hace algunos años, cuando estudié los mejores «comienzos» de la historia de la literatura, esta novela no había sido escrita, de lo contrario creo que habría estado en la lista. Dicen que algunos buenos autores juegan con el extrañamiento, nos sacan de contexto para mantener el interés. Es justo lo que hace Tatiana Tibuleac en su novela El verano que mi madre tuvo los ojos verdes. Con este primer párrafo, tan opuesto a lo que se piensa de las madres, incluso al instinto mismo, es imposible no quedar atrapado en la lectura.

El narrador es un adolescente con serios problemas psicológicos (ataques de violencia)  causados por el trauma de una hermana muerta y el abandono emocional que sufrió por parte de su madre en los meses posteriores al fallecimiento. Un adolescente herido. A través de sus palabras (escogidas cuidadosamente por la autora) nos enseña el pus que supuran sus heridas.

Se embarca, casi sobornado, en un viaje a la campiña francesa para acompañar a su madre.  A través de los ojos del protagonista podemos notar, con el paso de los días y algunos acontecimientos inesperados, que todo lo que el narrador pensaba de ella, -que era fea y tonta así como que no lo quería- no era cierto. 

Los lectores acompañamos al personaje en su transformación y  acabamos reflexionando si no son acaso todas las heridas emocionales un tanto autoinflingidas.

La tensión narrativa bien articulada, junto con las frases poéticas que salpican el libro, invitan a devorarlo hasta el final. Son una muestra de destreza narrativa de la cual se puede tomar ejemplo.

No en vano la novela ganó el premio Cálamo libro del año en 2019.

Verónica Avilés Calderón

Escribir me enfrenta a la vida. Es la dosis de humildad que necesita mi ego, la dosis de generosidad que necesita mi alma, la forma de mirar el mundo que me permite afrontar cada día como lo que es: un milagro. Soy la autora de la novela “Arena Negra” (Ed. Cuadranta, 2023) y coordinadora en Irredimibles.com.