Teresa Floro (Estepona, 1974). Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Sevilla y especializada en Marketing.

Ha publicado relatos cortos en prensa escrita “Diario de Málaga” y realizado exposiciones de poesía visual en Los Barrios, Cádiz, y en la Facultad de Ciencias de la Información en Sevilla, así como recitales poéticos en las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga.

Ganadora del Ateneo Libre de Manilva 2022 por la difusión cultural.

“Premio joven de Estepona” de poesía, y premio nacional “Félix Rodri-guez de la Fuente”, en la modalidad de poesía.

Obtuvo reconocimiento de crítica teatral en la organización de la “XII

Edición del Festival Iberoamericano de Teatro”, celebrada en Cádiz cuando trabajaba en el periódico “Cádiz Información”.

Ha participado en las antologías poéticas “Raíz del Verso-I Antología de poetas manilveños” y “IX Poetas de Ahora de Algeciras 2022”.

Miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.


Sentidos básicos

Quiero indagar la zona inferior de tu pubis, 
succionar de modo suave, con los labios y a intervalos cíclicos, 
la parte que siempre se jacta de tener vida propia, 
y que decidas si hoy,
merece la pena entregarte a mi voluntad.


Podría causar también una fricción entre tu pene y mi mano derecha.
Detener el paso y volver, 
con lametones, 
a esa piel ovalada y rosácea, 
y moldear tu temple, 
tu respiración espontánea,
hasta que logres producir gemidos de placer incontrolados, 
como una de esas respuestas que emites 
cuando consideras que la tarea está bien hecha.


Luego podrías expulsar ese pasado traicionero que te sobra, 
y permitirme también 
que en la palma de mi mano 
despojaras tu olor.

Tirar del carro

Tenía pretensiones de dejar huella, 
mientras sus manos firmes 
titubeaban 
ante tal temeridad.

Pero hubo un momento 
en el que disipó su duda 
y el anónimo se animó a presionar 
los dedos en el cuello 
como cuadrigas de caballos, 
con velocidad, presión y descansos 
marcados por la rutina deportiva.

En éstos últimos aprovechaba para toser 
y coger resuello.
Me embriagaba un disparador mental 
de adrenalina y oxitocina sin retorno.

La privación de la respiración 
se convirtió en aliento de vida.

El Club Poético de Irredimibles es el lugar donde se dan cita poetas venidos de las redes, de los escenarios, de los talleres de poesía y de cualquier otro sitio en el que componer versos sea una necesidad tan imperiosa como alimentarse o leer poesía.

Coordinado por Victoriano Campo y Laura Márquez

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