María Celeste Llamas, bien nacida en Bahía Blanca y muy crecida en Buenos Aires,no llevo títulos, sólo oficio de vivir. Casi humana porque me prefiero animal prosperando libre con la naturaleza que siempre está naciendo si es crear.
Ventana cenital La mirada póstuma vital Una ventana con derecho frente a todas las demás. Una obra que no se ha escrito en el agudo silencio entre las cortinas de temprano. Detrás del blanco lenguaje serpentea el rojo a la izquierda de las palabras calvas jugándose a constelar cómo un rayo oblicuo rayo divino peinando de a pie y en alza la imagen de la razón, la razón sin raza sin arquetipos sin geografías que delimiten dónde cuándo cómo. Una nube tornasolada azul se precipita audaz me siento a meditar sin medias en el borde de su esquina redondeo corazón en punta alma de farol fantasma en las grietas soplando en las comisuras de ésta gran vida cómo uni -verso la humilde sonrisa que no entiende mendigar. No temo al vacío. No temo a las noches. No temo al desnudo resplandecer. Del agua vengo para la tierra. Soy amiga del viento. Me hago me deshago me vuelvo a nacer.
Minúscula y mayúscula Cómo un verde motivo que madura aún sin tiempo ver a través se funda en el deseo así es como se puede ver de cerca el cielo mirando en interfaz por dentro. Torpe y de revés la vida suele ser perfecta pisándose los pies y el baile un simple motivo para ponerle música mientras sale el sol en las esquinas. Se libera el sentido del peso aceptando la fatiga y el frío en los huesos reconociendo el propio color al calor de las luces que encuentran la sintonía al observarse fiel del otro lado entero sin mentiritas con muchos ceros a la derecha siendo izquierdo e imperfecto en (casi) todas las agonías.
Postura Sin inmediatez ni techo por encima de todo en la abierta brecha sangran sesgadas las rojas horas que vuelven dorado al horizontal atardecer. Me planto firme detrás de la calma frente al color genuino que opaca con luz vertical la mustia obscuridad. Finjo indolencia estupidez y humanidad me hago la otra para seguir siendo un alma que siente transversal.
Avión a chorro Los grises le hablan al viento con brotes y brillo le dicen que la tarde perdió su tristeza mientras el sol caía, que las nubes en línea planearon formas dispersas cómo continentes entre ríos y luces cómo dones cómo continentes entre ríos y luces cómo dones que escapan al frío. Los grises tienen de vez en vez un cuándo con tonalidades de daltonismo también los habita una música que se despide al despertar porque reconoce el amarillo... y tienen ganas de llorar de pie todo el adiós pero el cielo no llueve es hermoso,azul soñado mientras dura la sequía .
En el Club Poético de Irredimibles se dan cita poetas inéditos, poetas publicados, poetas amateur, poetas noveles, poetas profesionales, rapsodas y quienes se acerquen al mundo de la lírica en cualquier formato de la mano de Victoriano Campo y Laura Márquez.
Me encanta dejarse llevar por la marea de versos de Celeste. Parece que hay oposición, contraposición, contradicción, pero lo que hay siempre es luz.
Los cuatro pormas son verdaderamente interesantes.
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