Rafael Romero Sánchez (Córdoba, 1978).
Licenciado en Filología Hispánica por la UCO, actualmente ejerce como Profesor de Enseñanza Secundaria en la especialidad de Lengua Castellana y Literatura.
Ha colaborado con dos estudios lingüísticos en la Revista de Investigación Didáctica Cuzna, y ha participado en talleres de escritura.
Latidos de travesías es su primera incursión como escritor en el mundo literario; una colección de treinta y cinco poemas que propone un continuo y desigual recorrido por lugares alrededor del mundo que evocan inolvidables personas, y lo contrario, es decir, experiencias vividas, intensas miradas o fugaces roces que han convertido un espacio, un paisaje o un viaje en especial para todo viajero que adora perderse por las sombras de cualquier lejana ciudad y le gusta llevar en su mochila sonrisas y latidos compartidos.
Chiado
Cochambre.
Virutas de vaho adormeciendo aquel azulejo.
Desgaste.
Sueños bajo los arcos,
suspiros en los vaporosos miradores,
y fría la piedra del castelo
que, bajo el ocaso,
adormece a los tejados.
Decadencia.
Maridaje de Esporão y queijadas
salpicado de involución y nostalgia.
En su afanoso crepitar
hacia la nada de las colinas
se escucha,
de un tranvía,
el fatigoso traqueteo.
*******************
Anaqueles
Ojos que me deslumbraron,
miradas esquivas,
encuentros inciertos
al no abandonar la llama.
Estrellas en tu rostro,
diáfano y pulcro,
asaeteado por cientos,
miles de deseos.
Susurros no pronunciados
sobre un polvoriento ventilador
(el tuyo),
dentro de incólumes gotas necrosadas
(las mías),
y de hiel la distancia,
el silencio hasta tus palabras
que no me diriges.
Inicua condena,
penitencia cromática
de insulsos placeres.
Ataduras de mis brasas,
de fugitivos y reos a la vez,
caricias que te dedico.
Porque para ti no existen,
posadas solo
en el fugaz paso ante los anaqueles.
Karim Ali
Desde hace varios años, encontré en el universo del relato corto, un camino donde explayar mis inquietudes: críticas sociales, políticas, lírica, sarcasmo, humor. Risas y llantos. Poco a poco voy pillando el hábito de construir una historia sólida que mantenga el interés del lector desde la primera hasta la última sílaba.