
Lucía Emmanuel iba para novelista y en 2014 comenzó a formarse en el Itinerario de Novela de Escuela de Escritores de Madrid. Años más tarde se embarcó en el Máster de Narrativa, donde obtuvo la beca al mejor expediente de su promoción, y cuando llegó el momento de trabajar en su proyecto de fin de máster decidió que la historia que necesitaba contar solo podía ser dicha desde la poesía. Así nació Muro con buganvilla, un poemario intimista que aborda la temática del duelo. A través de un recorrido por la casa de la infancia, el yo poético se mueve, revive, recuerda, evoca la presencia y la ausencia de unos padres que están y al mismo tiempo ya se han ido.
En ella encontramos a aita: sereno y reservado como un muro; y a ama: enérgica y colorida como una buganvilla. Un arquitecto y una bailarina. Un matrimonio, unos padres. Pero, sobre todo, una voz poética que reconstruye un hogar con lo presente y lo ausente, que junta pequeñas piedras de la memoria y hace con ellas poemas. Un duelo literario desde una mirada de niña, de hija y de adulta.

El muro y la buganvilla constituyen las dos metáforas principales en ese espacio, un símbolo del hogar perdido que revive en la memoria. En el muro y la buganvilla encontró Lucía la esencia del padre y de la madre, o como se suele decir en el norte: aita y ama.
«Es un libro muy arriesgado que, desde un lugar monotemático, es capaz de tocar muchos temas, como tentáculos que van llevando a otros terrenos. En él destacan los poemas más cortos y también una prosa poética atinada, dinámica, punzante» ha afirmado Itziar Mínguez.
En el siguiente link se puede ver el booktrailer del libro.
Lucía participará el próximo 8 de febrero en el club de lectura de la revista La Gran Belleza. A los participantes se les compartirá la maqueta del libro para su lectura.
Lucía también nos ha dejado publicar en Irredimibles una muestra de su trabajo, por lo que, desde ya, cuanta con nuestro agradecimiento eterno.
Él, que sueña con el movimiento, con
echar a andar fotogramas, se conforma con
poner los ojos en una mano, la mano en un
lapicero, el lapicero sobre un papel.
Él, que sueña con el movimiento, pasa las
tardes frente a un muro. Su primer muro.
Vigila cada ladrillo negro, cada ladrillo
blanco.
Debe ser esa la de la foto. Buganvilla:
nombre sin flor para flores sin nombre. Mi
madre señala, yo escucho. Desconozco el
interior de las flores, qué forma tienen, qué
olor. Algunas palabras no se llenan de
contenido. Algunos labios no enseñan
nombres, sino a nombrar. Alma de
buganvilla.
Aita y ama hacen disfraces.
Somos una familia belén.
La sábana oculta el rostro de la
Virgen María,
cabreada porque José llega tarde.
El espumillón pica en la frente de
la niña Jesús.
Ama y aita hacen disfraces.
Somos una familia tribal.
Falda de hojas puntiagudas
y lanzas con plumas en el pelo.
Aita y ama hacen disfraces.
Somos una familia jardín.
La cara y el pelo son flores,
los tallos demasiado juntos en la
maceta.
Me tumbo sin hacer ruido al otro lado del
sofá, amoldo mi cuerpo a la forma de los
cojines, estiro las piernas en el hueco,
duermo la siesta junto a sus pies. Si está de
buen humor le hago preguntas. Nunca más
de tres o cuatro. Le dejo volver a su
periódico, a su libro de ciencia ficción. Me
escucho en los silencios de sus
respiraciones.
Cuencos de aire son macetas vacías. Barro
seco y desnudo, exilio de las flores. Mis
manos que de niña bailan, mis dedos que
olvidan la música, mis uñas manchadas de
tierra. Acerco la cara, aspiro hondo la
oscuridad. Acaricio el hueco donde vive mi
raíz.
Aita y ama roncan al otro lado del pasillo.
Yo cuento estrellas, fluorescencias,
mi cama el globo que vuela en la oscuridad.
Aita y ama roncan más allá de mi puerta.
Travesía de manos pequeñas,
pies fríos y lunares en los brazos.
Aita y ama roncan en su habitación.
Yo cuento estrellas, fluorescencias.
Aita y ama roncan y cierro los ojos.
A veces tengo miedo de morir.

Lucía Emmanuel (Bilbao, 1985)
Licenciada en Física, especializada en cultura científica. En 2014 comienza a formarse en la Escuela de Escritores de Madrid, donde cursa el Máster de Narrativa y varios talleres de poesía. En 2021 publica su primer poemario, Muro con buganvilla, con la editorial Amargord. Ha participado en antologías poéticas, como la International Poetry Review de la Universidad de Carolina del Norte y en revistas científicas o literarias, como Principia, La Rompedora o La Gran Belleza. Ha recitado festivales como Voces del Extremo o el Festival de Poesía de Guayaquil. En la actualidad forma parte del equipo técnico de la Escuela de Escritores, donde imparte con un compañero un laboratorio de metáforas.