Club poético: Yesica Camargo (literata_divertida)

Yesica Camargo nació en Capilla del Señor, Argentina, tiene 43 años y es escritora, pero ante todo, lectora. Trabaja en una Institución de Salud Mental, en el área de Rehabilitación.

De niña coleccionaba palabras, hasta que comenzaron a trenzarse entre sí y nacieron los primeros versos.

A los 10 años ganó su primer concurso de cuentos.

Escribe relatos, cuentos y poemas y considera la escritura un misterio, una pequeña ventana donde espiar un universo tan propio como desconocido.

Algunas de sus obras forman parte de las antologías poéticas “La voz que nos habita” de Editorial Puerta Blanca, y “Vestigios” de la misma editorial.

Gestora cultural en Culturama.ar, escribe en instagram bajo el seudónimo de Literata Divertida.

Séptimo velo
 que cae
y enciende el fuego.
Misterio subterráneo
en fuga por la sombra,
aflora en la pasión 
que lo conjura.
Alma salvaje
cubierta de amapolas,
retorna al bosque,
creadora y fecunda.
Pinta, narra, canta, arde...
rítmica y febril,
construye en lo ausente
un sonido de plumas.
Hoy la tarde es una mujer
y una suelta de pájaros...

Sus manos tenían 
un halo distinto.
Había hallado
un pasaje de luz
entre los muros ciegos
 que alojan a los fracasos
y sus tertulias.
Refractaria al bullicio,
abría entre sus dedos
un claro de bosque,
un prólogo del cielo.
-Amé y fui amada-
Decía
Y la redención llegaba
como un sueño posible.
-Amé y fui amada-
Susurraba, 
mientras su fino acontecer
resplandecía
en la desnudez de los álamos.
Amó y fué amada...
por eso canta,
como quien olvida
para recordarse

Como curiosa forastera
visito el pasado.
Rozo los detalles,
suavizo las puntas 
y los filos,
y los ecos se suceden
 como arpegios lejanos.
La piedad es una pericia
que se adquiere con el tiempo,
pienso,
mientras atravieso tempestades
desde esta fina quietud.
He aprendido, al fin,
 a ver la belleza
en los campos devastados.
 

El Club Poético de Irredimibles es el lugar donde se dan cita poetas venidos de las redes, de los escenarios, de los talleres de poesía y de cualquier otro sitio en el que componer versos sea una necesidad tan imperiosa como alimentarse o leer poesía.

Coordinado por Victoriano Campo y Laura Márquez