Judith Bosch. Escritora venezolana. Ha publicado “Amazonas dormidas” (Veintitrés Escalones, 2011), “Las mil caras del espejo” (Veintitrés Escalones, 2010), “Buscando a Ruth” (Anroart, 2008), “Aperitivos tóxicos y otros relatos” (Veintitrés Escalones 2010). Ha participado en las antologías: “Mascotas” (La Pastilla Roja Ediciones, 2015), “Antología del Microrrelato en Canarias” (Anroart, 2010), “Doble o Nada” (Huerga y Fierro, 2009), “El ojo Narrativo Ecos [2]” (Anroart, 2009), “Once mensajes en una botella” (Septenio, 2009), “Enfermedad Herida” (Alharafish, 2008) y “Alharafish décimo aniversario” (Alharafish, 2007).
CAPITALISMO HEPÁTICO
Aquel ribosoma, cansado de formar parte de un órgano comunista, gritó a viva voz: «¡quiero mi propia célula privada!».
El cáncer fue fulminante.
Corrupción divina
—En este documento firmaré trescientos años para el individuo A-7890657 —le indica Dios a la Madre Naturaleza—. Pero sólo le daremos sesenta; yo me quedaré con ciento cuarenta y tú te quedarás con 100.
—Pero, señor —espeta la Madre Naturaleza—, ¿no le parece un tanto exagerado? Tenga en cuenta que el Carbono y el Oxígeno también querrán chupar del bote.
—En ese caso, siento mucho desde ya, el precoz fallecimiento del individuo A-7890657.
—¿Y no podríamos quedarnos nosotros con menos parte del presupuesto y así lo dejamos vivir más?
—Pero bueno… ¿Y de qué cree usted que va a alimentarse mi inmortalidad?, ¿de aire?
Pertenecientes al libro Aperitivos tóxicos

OBSTACULIZAR EL PROGRESO
—Deberíamos ir siempre juntas y enfrentarnos a la leona todas juntas —comentó Aisha después de perder a su amiga Nasha.
—Tonterías, las gacelas somos individualistas por naturaleza. Estamos hechas para velar cada una por nuestros intereses y esto nos ayuda a progresar. ¿O crees que ganaríamos algo si la leona no se comiera a las más débiles? — respondió Edin, la gacela más veloz que jamás se vio en la sabana.
A la semana siguiente, Edin se torció una pata.
COLECCIONISTA
Te habla al detalle de cada una de sus exparejas. Recuerda cada gesto, cada anécdota y cada agravio, como si estuvieran en botes de formol. Esos botes existen en su cabeza y ya tiene uno vacío con tu nombre.
Pertenecientes al libro La sonrisa del estroncio.

En el Club de Relato de Irredimibles se dan cita autores noveles y autores con una menor visibildad, seleccionados por nuestro equipo de redacción. Todos ellos con amor por el género del relato breve.
Coordinado por Karim Ali y Atalanta