En los veinte relatos breves de Carmina, siempre hay una mujer como protagonista y su deseo late como impulso del yo y motor de la acción. Son relatos que indagan en el autoconocimiento de la protagonista, con la atención puesta en el detalle. Como si al mirar una fotografía la imagen nos trasladara al instante en que fue tomada y pudiéramos leer el alma de todo lo que aparece: personas y paisajes.

En Y después, todo, Carmina sugiere que hemos recorrido un camino, que hemos llegado hasta donde queríamos —o hasta donde hemos podido—, y que después se abre un abanico de posibilidades: tras cualquier acción, existe un todo. Todo es posible si somos capaces de superar, transformar y crecer. Ella afirma que somos como “constelaciones”, unidos por hilos invisibles en este universo infinito y misterioso.

Los diez relatos de la primera parte nos invitan a tomar conciencia de nuestras relaciones y de nuestras reacciones. Con una técnica narrativa cuidada y precisa, la autora logra que el lector se adentre en el mundo interior de las protagonistas y se reconozca en ellas. ¿Somos reconocidas? ¿Somos amadas? ¿Somos deseadas? ¿Confundimos amor y sexo?


«—El deseo, a veces, no atiende a razones —le dice la teniente— y creo que no tiene mucho que ver con el amor.«

La segunda parte, también compuesta por diez relatos, está más marcada por el sentimiento de pérdida y duelo. Personajes que, aun transitando ese dolor, no se quedan atrapados en él: reaccionan de otro modo, se enfrentan a sí mismos y a los recuerdos que a menudo los sacuden.

«El mar, con ese azul intenso de un día claro de otoño, distrajo mis pensamientos. Sabía que alimentando aquellos recuerdos no conseguiría superar el duelo, pero no podía quitarme a Alicia de la cabeza.«

El lector se meterá con facilidad en la piel de los personajes, una piel que actúa como espejo y refleja su estado interior y las experiencias vividas. La lectura de Y después, todo nos hace viajar por un mosaico de situaciones y vivencias que transcurren entre los años 1950 y 2000: la música, el mar, la memoria y los ancestros.

«Me dieron ganas de ver el mar, y ese rincón de la playa donde pasé tantas tardes. Así que arranqué el coche para dirigirme hacia allí. Aparqué y entré por la zona en la que nos bañábamos. Qué diferente estaba.«


Marta Pérez Sierra (Barcelona, 1957)

Poeta, escritora y dinamizadora cultural. Licenciada en Filología Catalana.

Web: 4lletres.cat

Instagram y Facebook: @mpsierra

Autora de quince poemarios, entre los que destacan: Dones d’heura (2011), II Premi Jordi Pàmies; Ostatge (2016), XXII Premi Josep Fàbre-gas i Capell; Escorcoll (2019), XXXVI Premi Manuel Rodríguez Martínez – Ciutat d’Alcoi; Punta de plom (2020), XVI Premi Agustí Bartra – Ciutat de Terrassa; En brut (2022), y Escrit en un tovalló de bar i altres poemes (2024), Premi de Poesia Esteve Albert – Vila d’Argentona 2022. Safrà (2024), XLIII Premi de Poesia «25 d’abril» Vila de Benissa.                      

También ha publicado dos llibros de relatos cortos: I demà, l’atzar (2009) i Un bonsai dins meu (2022), y las recopilaciones de microrelatos: Bavastells (2014) y Compte amb el buit (2018). Y el cuento infantil La fada i el mosquit (2020) con la ilustradora Núria Saladrigas.