Si vas a escribir sobre el agua que sea con esa tinta indeleble del tipo water proof, de la brillante y cálida como los peces de colores que fabricamos cuando todavía creíamos en nosotros, imaginando que nos crecerían branquias, que respiraríamos en lo profundo haciendo burbujas que engalanarían los espejos de nuestras pupilas, que nadaríamos en este rio extraño y tormentoso pero tan nuestro. Y sin embargo, ya ves, la sudestada arrecia y el otoño es impiadoso como vos, que insistís en borrar con los codos todo lo dicho, todo lo hecho, todo lo escrito: todo. Te observo emerger contracorriente tomar hondo el aire de la superficie, flotar lejos hacia otras latitudes. Y me pregunto cien veces -sabés bien de mi afición por los números- ¿cuándo fue el instante preciso en que me transformé en ancla, ya no más sirena? y solo del amor quedaron sus escamas.
Ausencias Dejé de extrañar las ausencias. Opté por etiquetarlas aislarlas en anaqueles y olvidarlas. Eso me tranquiliza. Sin embargo, de vez en cuando las reviso para cerciorarme de que yo aún respiro.
Boca Nada Enciendo un Marlboro más repitiendo esta puta costumbre de pasar el humo echando vida.
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