DESAMOR

no me molesta 

que me cuentes 

otra oveja sin nombre

en tu rebaño

me duele 

el tiempo de la esquila

donde muestras al mundo

mi derrota desnuda a la intemperie

VIERNES

hay algo desolador

en la alegre felicidad

con la que te beso las manos

porque ellas sostienen

mi libertad entre los ítems 

del inventario de tu cartera

juro prometo revelarme

pero tu presencia 

me regresa al estado natural

donde solo atinas 

a poner a prueba mi visceral

necesidad de complacerte

JUEVES

¿por qué?

me tomas

de esta manera

inevitable

con qué alquimia

haces del límite moral

grito resplandeciente 

por la vida

cómo consigues

ponerme entre las manos

la sensación de estar viajando 

con el boleto equivocado

pronuncio tu nombre

de modo involuntario 

puro acto reflejo

de pensarte 

grito y me lavo

todas las ganas por esta realidad 

después corro hacia tu vientre

sí hacia tu vientre 

es que no puedo 

a partir de tu hallazgo

distinguir lo bueno de lo malo

y así está bien así está bien

MARTES 

te siento

en la sensualidad

con la que montas

ese animal que llamo libertad

me decides hembra

para que la hondura 

con la que te adentras

en  mi humanidad 

sea también centro posesión 

derrota de toda resistencia

necesidad

LUNES

 A tu vera 

abandono la libertad

-me ha seguido como si fuera un perro enfermo 

recoges una piedra 

se la arrojas-

Tomas las intenciones de su inventario 

la vuelves trapo dentro de mi boca

Muerdo ese silencio

hasta el calcio que soy y me sostiene.


Victoriano Campo

Escribo para mantener a salvo los rudimentos de la cordura y recordar la certeza de lo efímero. Pensando en cosas absolutas pese a la fugacidad de la existencia. Persigo la tranquilidad, la calma y el equilibrio. Sé que los interrogantes más elementales permanecerán sin respuesta. Viajo herido de muerte, celebrando la vida.

3 comentario en “La poesía de Victoriano Campo”

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